Cuaderno de lengua: crónicas personales del idioma español

n.º 43, 26 de noviembre de 2005. Majadahonda (Madrid)

Los hilos del idioma español en Internet

(entrevista con Octavio Pinillos, Miguel Marañón y José Antonio Millán)


Victoriano Colodrón Denis
 
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Internet es una inmensa almazuela, una tela interminable hecha de muchos retales de procedencias, texturas y colores distintos, y escrita con los hilos de cientos de lenguas. ¿Cuál es la extensión del español en este vasto lienzo multiforme y polígloto? ¿Los buscadores de la Red recuperan todos los contenidos existentes en nuestro idioma o hay todavía muchos que permanecen invisibles en una trama oculta? ¿Permite la lengua española tejer las mismas labores en Internet que pueden hacerse con otras grandes lenguas? ¿Cómo se podría seguir ampliando la urdimbre de la Red en español?

Para encontrar respuesta a estas preguntas, Cuaderno de lengua ha buscado la opinión de tres de los mejores conocedores de la materia en España. Todos ellos ocupan puestos privilegiados de observación de la situación del español en Internet: Octavio Pinillos, responsable de Informática de la Real Academia Española [http://www.rae.es]; Miguel Marañón, jefe de Contenidos del Centro Virtual Cervantes [http://cvc.cervantes.es], dependiente del Instituto Cervantes; y José Antonio Millán, lingüista y especialista en edición digital, autor de obras como Internet y el español y del sitio web http://jamillan.com. En esta entrevista, que los tres contestaron por correo electrónico el pasado mes de octubre, José Antonio Millán afirma que “la Red es la tela de Penélope y hay que rehacerla casi constantemente” y Miguel Marañón habla de la importancia de “ir tejiendo una red cultural en español”, una red en la que la Real Academia, según explica Octavio Pinillos, trabaja para ser cada vez más accesible a todos.

¿Por qué es importante esta cuestión de la presencia de una determinada lengua en Internet?
Pinillos: La Red será el principal vehículo de información a medio plazo, su crecimiento en los últimos años así lo pronostica. Solo por ese motivo, ninguna lengua de primera fila puede permanecer ajena. Por otra parte, la presencia de nuestra lengua en la Red es fundamental para contrarrestar la colonización terminológica a la que se ve sometida diariamente. El español también es un activo importante desde el punto de vista económico, ya que existen muchas actividades económicas que están íntimamente ligadas a la lengua, actividades que utilizan el español como su principal activo.

Marañón: Internet es un medio en el que se mueven cada vez más usuarios, y hoy por hoy quien tiene la lengua tiene el poder (como dijo con otras palabras Lebrija, ya que en sus tiempos también iban por ahí­ los tiros). El español no es una lengua que produzca ciencia, y la tecnologí­a creada por hispanohablantes se expresa en una lengua dominante que no es la suya, y que además tiene un irresistible estatus, muy confortable e internacionalmente aceptado, de lingua franca. La presencia de una determinada lengua indica en cierta medida su importancia como instrumento de comunicación en un ámbito en el que la red marca aún muchas diferencias.

Millán: Si se tiene por signo de buena salud cultural un alto número de libros publicados en un país, ¿por qué no habría de serlo el número de páginas publicadas... aunque sea en la web? Las cuestiones cualitativas, mucho más peliagudas (pero también en el mundo de la edición, ojo), son harina de otro costal...


En términos cuantitativos (número de internautas, de sitios web y otros servicios, de dominios, de visitas y demás indicadores), ¿cuál es la situación del español en Internet?
Millán: Como acaba de revelar Funredes (la única entidad dedicada seriamente a la cuantificación de lenguas en la Red: http://funredes.org/LC/L6/espanol/ultimas.html), en lo que respecta al número de páginas en el 2005 los datos son: inglés, 45%; alemán, 7%; francés, 5%; español, 4,5%. Este año por primera vez el francés supera al español en número de páginas. Parece que la francofonía ha hecho un esfuerzo muy grande... y que las nuevas incorporaciones de internautas hispanohablantes son básicamente pasivos, consumidores. Sobre estos y otros temas puede verse: http://jamillan.com/espse.htm.

Marañón:
En los últimos años la situación no parece haber cambiado sustancialmente en lo que afecta a las estadísticas de Global Reach (las últimas datan de 2004: http://global-reach.biz/globstats) y demás. Las proporciones se mantienen, así como el orden de presencia —salvo precisamente en los casos del francés y el español, como acabamos de saber por Funredes—, si bien el inglés pierde lentamente velocidad de crecimiento diferencial (eso sí, estando muy por delante). Pero las estadísticas tienen que considerar muchas más cosas que el número de páginas web, sobre todo cuando la internet «no oculta» es la punta del iceberg en contenidos reales y cuando hay muchas más dimensiones en la red marcadas por otros servicios que no son la Malla Máxima Mundial: el propio correo electrónico, las listas de distribución, los grupos de noticias e incluso servicios poco cuantificables como los espacios de charla y el flujo de mensajes cortos a través de messenger y similares. Asimismo, la asimetría de la red pone de manifiesto que no sólo es el número de sitios o de páginas lo que importa: es la calidad de las mismas, la visibilidad en la medida en que está proporcionada con esa calidad, y la utilidad real para los ciudadanos en su vida virtual, que les permite expresarse en su lengua.


¿Los buscadores de Internet más utilizados en el mundo reflejan bien la Internet en español o hay una parte importante de ésta que pueda quedar oculta? ¿Qué iniciativas de interés conocéis en el terreno de los buscadores que pueda afectar a esta situación?
Pinillos: Parece que Microsoft pretende dar la batalla con la potenciación de su buscador MSN. Me parece una noticia relevante, sobre todo porque ese buscador estará integrado por defecto en más del noventa por ciento de los navegadores del mercado.

Marañón:
Probablemente, la parte oculta es con mucho la mayor de la red. Google y compañía (y sin ella, pues a la vista está que solo se las arregla), en efecto, se anticipan a muchos servicios, y si se llevan el gato al agua es por algo. Según veamos que avanzan las investigaciones en web semántica, este panorama cambiará a su medida. Y en español deberíamos estar más preparados para ello.

Millán:
Probablemente los buscadores sigan ignorando partes destacables del espacio lingüístico español, pero eso es algo sobre lo que no conozco datos fehacientes. Estas cuestiones y otras anexas serán debatidas en el seminario en la Residencia de Estudiantes (http://www.residencia.csic.es) sobre "Archivo de la Internet española" que tendrá lugar en Madrid el próximo 12 de diciembre.


¿Hay cosas que hoy en día no puedan hacerse en español en Internet —o que no puedan hacerse con calidad razonable—, que sí sean posibles en inglés, francés, alemán, chino o japonés? Cosas tales como obtener información general, profesional o científica, apuntarse a un curso virtual sobre una materia dada, comprar determinados productos, jugar a un videojuego de última tecnología... Es decir, por lo que respecta a los contenidos disponibles en Internet, ¿en qué está fuerte y en que es deficiente nuestra lengua?
Pinillos: Creo que la situación no es homogénea para todos los contenidos. Mientras que en el ámbito cultural y en las humanidades van creciendo poco a poco los contenidos en español, en el capítulo de la ciencia y la tecnología la lengua dominante es sin duda la inglesa. Esa circunstancia es tan perjudicial para el español como para otras lenguas de primera fila. Salvo excepciones, puede afirmarse que, en materia científico-técnica, a medida que un contenido es más especializado o novedoso, menor es la probabilidad de encontrarlo en versión española.

Marañón
: Siempre según las necesidades y demandas, van surgiendo las puestas a punto de contenidos. Hoy por hoy es mejorable lo que hay en español, pero se avanza. Aún estamos lejos de los índices deseables de uso y por ello aún la demanda no ha forzado muchas de las necesidades que sí­ existen y se cubren en otros idiomas. En español hay que potenciar más herramientas tecnológicas e invertir más en su uso.

Millán
: Comparado con el espacio lingüístico inglés, sobre todo, yo diría que están creciendo las aportaciones libres (abiertas) en materiales didácticos, obras de referencia, etc., porque ha habido una fuerte presión y demanda en este sentido, pero aún son insuficientes, sobre todo las primeras. Estamos por detrás también en los servicios que pueden prestar los particulares (mediante blogs o cualquier otro medio) en información y crítica sobre bienes y servicios, aunque igualmente estén creciendo. El peligro para mí es que después de los impulsos oficiales, empresariales (ahí está el caso de la prensa digital en español, muy poblada), de instituciones (la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes: http://www.cervantesvirtual.com, el Archivo Virtual de la Residencia de Estudiantes: http://www.archivovirtual.org) y de particulares, hubiera una sensación de relajo, y de "labor cumplida". No: la Red es la tela de Penélope, paradójicamente, y hay que rehacerla casi constantemente.

El tejido de la eñe en la Red

Internet, sí, es una infinita almazuela, un arte de retacería multiforme y proteico al que todos nos gusta añadir retales en nuestra lengua. ¿Se puede tejer con eñe en la Red?, ¿en qué situación se encuentra la iniciativa para poder utilizar dominios de Internet que contengan esta letra? Octavio Pinillos, de la Real Academia, explica que los dominios multilingües ya se pueden registrar, con algunas limitaciones, pero que no están operativos todavía por ciertas dificultades técnicas que “no parece probable que vayan a solucionarse en menos de un año”. En su opinión, estos dominios multilingües tienen “un valor simbólico y cultural grande”, porque “no es de recibo que en el siglo XXI una persona no pueda escribir el nombre de su país o su propio apellido correctamente”. Miguel Marañón, del Centro Virtual Cervantes, coincide en la apreciación de este valor simbólico, pero se pregunta “qué fortuna puede tener la eñe en los nombres de dominios fuera del ámbito de los que tienen esa letra en su teclado”. Por su parte, José Antonio Millán piensa que los nombres de los dominios cada vez tienen menor importancia debido al poder de los buscadores: “¿Cuántos de nosotros no usamos ya la barra de Google directamente como entrada de una dirección web? Pero dentro de pocos años tendremos todo tipo de signos en las direcciones: no sólo la eñe, sino miles de caracteres asiáticos y de lenguas africanas, por ejemplo...”.


Desde hace algunos años, tú, José Antonio, vienes alertando sobre el riesgo de que los hispanohablantes paguemos por usar el español en las redes, o, dando la vuelta a la fórmula, por usar las redes en español, dado el escaso grado de desarrollo de las industrias de la lengua en nuestro ámbito lingüístico y la explotación tecnológica del español por empresas de países no hispanohablantes. ¿Hay alguna novedad que permita el optimismo: avances en la creación de corpus terminológicos, tesauros, diccionarios morfológicos...
Millán: En España siguen faltando las iniciativas que podrían lanzar industrias de la lengua propias. Lo he explicado en "La lengua en el medio digital: un reto político" (http://jamillan.com/lenmedi.htm), de modo que no voy a repetirme. Pero sí quiero señalar que faltan iniciativas como las que se han visto por ejemplo en el catalán: las bases de datos terminológicas del TERMCAT se han abierto bajo licencia Creative Commons (http://www.softcatala.org/noticies/13042005271.htm). Abrir los recursos lingüísticos no es permitir su consulta parcial, sino ponerlos (¡puesto que, además, se han desarrollado con dinero público!) completamente en manos de quienes pueden desarrollar productos.


La Real Academia Española permitió hace años la libre consulta en Internet de sus bancos de datos léxicos y del Nuevo Tesoro Lexicográfico. Además de esas consultas generales en la red, Octavio, ¿cuál es la política de la Real Academia para la utilización de esos corpus por otras instituciones o empresas como recurso de investigación o para la incorporación a sus productos? ¿Puedes citar alguna experiencia de colaboración de la Academia con proyectos especialmente interesantes por su futuro impacto en el uso de nuestro idioma en la Red?
Pinillos: Es posible alcanzar un acuerdo con la RAE para la utilización de los corpus, previo estudio de cada caso por la Corporación. La Academia mantiene varios acuerdos para la inclusión de sus recursos en productos comerciales de gran difusión. Sirva de muestra, por ejemplo, la incorporación del Diccionario Académico en la Enciclopedia Encarta de Microsoft, o el convenio firmado con la filial de Telefónica, Terra, para la difusión del Diccionario en sus portales americanos. Está pendiente de firma un convenio con Google para incluir la consulta del Diccionario de la RAE en su buscador, que ofrecerá, además además de los enlaces que respondan a las búsquedas, las definiciones de los términos consultados. En una primera estimación, se calcula que esa iniciativa doblará el número de consultas al Diccionario en Internet, cifradas actualmente en más de 70.000 diarias.


Los sitios del Centro Virtual Cervantes y la Academia deben de ser de los más consultados de Internet en español, al menos en lo que se refiere al ámbito de la lengua y la cultura. Esa situación de preeminencia en la Red, la responsabilidad de representar “oficialmente” en Internet a la lengua española y las culturas del español, ¿en qué se traduce en la práctica y qué servidumbres conlleva? Octavio y Miguel, ¿en qué nuevos contenidos o servicios trabajan vuestras instituciones?
Pinillos: En el caso de la Academia, la responsabilidad se traduce en mejorar y ampliar los contenidos, y ofrecerlos al mayor número posible de personas. Por eso estamos trabajando en la mejora del portal, sobre todo desde el punto de vista de la accesibilidad. Estamos haciendo un esfuerzo para que los contenidos que proporcionamos sean accesibles a colectivos de personas con discapacidad. Respecto a las novedades, acabamos de terminar una versión del Diccionario para teléfonos móviles y agendas electrónicas personales (PDA). También estamos trabajando en la mejora de las herramientas de consulta de corpus.

Marañón: En el Centro Virtual Cervantes procuramos, en la medida de nuestras posibilidades, trabajar en un crecimiento en los contenidos que permita ir tejiendo una red cultural en español. No tenemos que llevar a cabo políticas activas de posicionamiento en buscadores, pues a las pocas semanas de publicar nuestros contenidos, solemos situarlos, por fiabilidad, demanda o interés de los visitantes, en las primeras páginas de resultados. Esto quiere decir que estamos en un punto cualitativo elevado y que satisface demandas. Y no seguimos criterios comerciales que nos empujen a preparar contenidos de uno u otro tipo en función de las expectativas de las visitas. Varios de ellos tienen muy pocas, pero en un goteo constante que llena un hueco en el conocimiento que ofrece I nternet , y que contribuye a la expansión de esa red cultural. Igualmente ocurre con servicios como los foros. Allá encontramos usuarios muy fieles, que prestan su conocimiento a una variedad de visitantes menos asiduos pero satisfechos porque han hallado un sitio que les resuelve sus problemas.


Para terminar, ¿podríais proponer tres medidas necesarias para el desarrollo de la Red en español o del español en la Red, para que los hilos de nuestro idioma vayan formando una trama cada vez más densa y amplia?
Pinillos: 1) Esfuerzo gubernamental sostenido para la financiación de proyectos de creación de contenidos digitales. Financiación y promoción de revistas científicas y culturales en la Red. Apoyo a la digitalización masiva de archivos y bibliotecas. 2) Democratización del acceso a Internet: promoción de cuantas medidas contribuyan al abaratamiento del acceso, por ejemplo, el desarrollo de la Internet inalámbrica mediante zonas de acceso gratuito, subvenciones para la generalización de los terminales telefónicos de bolsillo 3G con acceso a la Red, etc. De todas maneras, para eliminar la brecha tecnológica es necesario que se den unas ciertas condiciones socioeconómicas; de otro modo la sociedad no es permeable a la tecnología. No creo, por ejemplo, en iniciativas como la del MIT de Negroponte y su ordenador de 100 dólares para los países subdesarrollados. 3) Programas de ayuda a las PYME para la financiación de proyectos de comercio electrónico.

Marañón
: 1) Reducción de la brecha tecnológica y creación de necesidades (en servicios y contenidos). 2) Formación lingüística y concienciación del internauta de que se comunica principalmente mediante su uso escrito del idioma, y ello debe obligarlo a cuidar la ordenación y exposición de sus ideas de modo diferente . 3) Potenciación del multilingüismo y satisfacción de las necesidades de la primera medida. La comunidad hispanohablante tiene en general una gran capacidad socializadora. Por ello, en las herramientas de comunicación hay un elemento potencialmente fuerte para promover el buen uso del español en la red, y para desarrollar por tanto una red en español.

Millán
: 1) La situación española de usuarios de ADSL en una gran cantidad de hogares no es la mayoritaria en el español: toda Latinoamérica está en situación de infracobertura (que por cierto, en algunos países se suple con una red eficaz y barata de cibercafés). La primera medida es la conexión real y barata. 2) La segunda sería la capacitación de los profesores y la dotación de las escuelas, y lo digo a propósito en ese orden: nada haremos con ordenadores en las aulas salvo chatear (que puede estar muy bien: no me meto...) si los profesores no han tomado el medio en sus manos. Hay instituciones que están dando formación muy buena en ese sentido, como Educ.ar en Argentina (http://www.educ.ar). 3) La última sería hacer una reflexión a los ciudadanos hispanohablantes: tenemos en nuestras manos un medio de difusión formidable, con la experiencia históricamente inédita de que de forma prácticamente gratuita (blogs, wikis, espacios de páginas personales) podemos llegar desde cualquier lugar del mundo a cualquier lugar del mundo: ¡hay que aprovecharlo! Los poetas como los educadores, los ilustradores como los periodistas, los cineastas en ciernes como los músicos...

 

 
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